A lo largo de los años, distintas personas han desempeñado el cargo de Guardián de la Leyenda. Su labor se basa en ir atesorando recuerdos, fotos, testimonios y todo aquello que sea digno de recordarse por los venideros integrantes del Grupo. Posteriormente a la recaudación de material, elaboran los Libros de Oro y los custodian con el esmero que se merecen, para que estén a disposición de cualquier persona que los quiera consultar. El avance de la informática, nos permite tener una redundancia en esta web de los acontecimientos más relevantes, tanto de manera escrita como gráfica, como puede comprobarse leyendo estos textos o visitando las galerías de fotos.

      Desde estas líneas quiero agradecer dicha labor a mis predecesores, sin cuyo esfuerzo no podríamos conocer hoy la historia de nuestro Grupo.

      Desde 1974 existió en el Colegio Cristo de la Yedra el Grupo Scout 243. Este Grupo cerró en 1982 y algunos de sus miembros no se resignaron a apartar el Escultismo de sus vidas. Su tenaz y abnegado esfuerzo dio como resultado la creación del actual Grupo, al que transmitieron sus conocimientos y ese espíritu Scout que sólo se aprende participando...

      Durante el curso escolar 1982-83, Manuel Orta era profesor de religión en el Colegio Cristo de la Yedra. Los jueves se reunía con un grupo de alumnos del centro de edades en torno a los 11-13 años. Rafael Juárez era alumno de Manuel Orta y estaba enterado de las actividades de los chicos. Junto a su compañero de clase Adrián Fuentes, propuso a Manuel Orta darle a su grupo de jóvenes un "toque Scout". A Manuel Orta le pareció un proyecto muy interesante pese a su desconocimiento del Escultismo. Para enriquecer las actividades, llamaron a Jose Manuel López cuya experiencia en el anterior Grupo 243 fue de mucha ayuda.

      Llegada la hora de adscribir al joven Grupo Scout a una asociación scout reconocida, la opción escogida fue el Movimiento Scout Católico (MSC), ya que por carecer de representación en Granada, ofrecía toda una pléyade de ventajas que para un grupo en formación son de gran ayuda. Manuel Orta se encargó de todos los trámites burocráticos, temibles para el resto de fundadores.

      Como es natural, el inicio de la andadura del Grupo no fue fácil. Debido a que eran pocos responsables y a que había que enseñar a todos los educandos desde cero, fue preciso echar mano de una alta dosis de imaginación e iniciativa para diseñar las actividades y, sobre todo, para conseguir plasmar en la vida real de aquel incipiente grupo, toda la información sobre metodología scout recogida de la que solamente se disponía en la bibliografía.

      Llamaron a todos los antiguos integrantes del Grupo Cristo de la Yedra que pudieron y algunos de ellos se unieron al Grupo, casi todos en calidad de educandos. A pesar de las dificultades, tras la celebración de su primer campamento de verano en Pradonegro (Sierra de Huétor, Granada) en 1983, a lo largo de la ronda 83/84 se crea la sección de Pioneros, se introducen importantes aspectos básicos del escultismo y de metodología scout como pueden ser: uniformidad, progresión, simbología, etc... , se crea la estructura formal de coordinación y gestión de grupo: kraal, asamblea, cargos, etc... , el censo aumenta y se amplían los escasos recursos materiales que hasta entonces se poseían. El brillante colofón a tan importante ronda lo puso el campamento de verano de 1984 que se celebró en La Toba (Sierra de Segura, Jaén), que ya si se puede decir que fue un campamento verdaderamente scout.

      En la ronda 84/85, se produjo el primer relevo en la coordinación de grupo pasando a ser coordinador Joaquín Morales Ferrer. El proceso de desarrollo y consolidación general iniciado en la ronda anterior continuó, alcanzándose importantes objetivos como fueron la captación de scouters procedentes de otros grupos con experiencia en el escultismo y la celebración de un curso introductorio de formación de responsables, aspectos ambos que venían a cubrir necesidades acuciantes y que repercutieron directamente en la calidad de los programas de actividades y en la mejora del funcionamiento en general. Además de estos importantes logros, en esta ronda el grupo alquiló una casa en la calle Álvaro Aparicio, muy cerca del colegio, en la que se ubicaron las secciones de Rangers y Pioneros. Simultáneamente se mantuvo la relación con el colegio Cristo de la Yedra ya que en él seguía reuniéndose la Manada y el Kraal.

      Aquella ronda terminaría con la celebración del campamento de Castril'85, que se vio ensombrecida por la discusiones internas que protagonizaron distintos miembros del Kraal. Se produjo una especie de "cisma" con dos tendencias diferenciadas y con opiniones distintas. Esta situación causó un desagradable enrarecimiento del ambiente de grupo y del ánimo de todos, que terminó con la baja de Manuel Orta, algunos scouters y educandos. Se tardó un tiempo en recuperar la normalidad después de este incidente.

      Aproximadamente en aquel año 1986, los medios de comunicación a nivel nacional se hicieron amplio eco de un escándalo por abuso de menores protagonizado por un grupo juvenil de Madrid llamado "Edelweiss", a raíz de lo cual, para evitar suspicacias, el grupo sustituyó su nombre original de "Edelveis" por el actual de "Illiberis", que era como se llamaba Granada en la época romana (latinización del nombre celtíbero "Ilbirir" que evolucionó a "Iliberri", y del que más tarde derivó el árabe "Elvira") .

      Lamentablemente poco se pudo disfrutar de los locales de la calle Álvaro Aparicio... tan solo una ronda. Como viene siendo tristemente habitual, el grupo fue víctima de la incomprensión y poca paciencia de unos vecinos incapaces de soportar las risas y los "ruidos" de los niños y que no estaban dispuestos a renunciar a la tranquilidad aunque solo fuera una tarde a la semana. Nuestro caso no fue una excepción, de modo que nos echaron de aquellos locales y tuvimos que volver todos al colegio.

      Pero para nuestra desgracia, en el colegio comenzaban a no estar tampoco muy por la labor de seguir apoyándonos, ya que al no tener representación en el claustro de profesores, unido a que cada vez había más miembros del grupo que no eran alumnos del colegio, condujo a que también nos quitaron los locales que nos tenían cedidos allí, detrás de los cuales andaba más de un profesor que les tenía echado el ojo para usarlos de almacén de material deportivo. A pesar de ello, aún contábamos con padres de miembros del grupo que pertenecían a la asociación de padres de alumnos del colegio, por lo que no tuvimos que estar mucho tiempo en la calle. La A.P.A. nos ofreció provisionalmente sus locales para reunirnos los sábados, lo que nos vino muy bien aunque no dispusiéramos de locales independientes para secciones y tuviéramos que apañárnoslas para guardar el material alquilando trasteros. El grupo permaneció en esta situación "transitoria" respecto a locales durante las rondas 85/86 y 86/87, hasta que finalmente también nos echaron de allí. Esta vez, además de vernos en la calle otra vez, significó la desvinculación definitiva del colegio Cristo de la Yedra.

      Después de mucho buscar algo que se ajustara a nuestras necesidades, o más bien a nuestro ajustado presupuesto, finalmente se encontró un local en la calle García Villatoro nº 7 bajo. El sitio en cuestión había sido un supermercado y su aspecto inicial era un poco frío y desolador, pero con ilusión, imaginación y trabajo, logramos transformarlo en el que sería coqueto local que albergó al grupo desde finales de 1987 hasta principios de 1994, casi 7 años durante los cuales llegamos a cogerle mucho cariño y a sentirnos en él como en casa. Así, cada sección tenía su pequeño pero exclusivo espacio y ello contribuyó a que se pudiera recuperar y consolidar el sentido y espíritu de grupo.

      En las rondas que siguieron a la 84/85 hasta la 91/92, aparte de los cambios de local, ocurrieron muchas más cosas, como es lógico, pero entre todos estos acontecimientos podríamos destacar los relevos en la coordinación de grupo, que tras Joaquín Morales fue desempeñada por Enrique Vallejo Sánchez y Emilio Prieto Rus (86/87), Miguel Ángel Guzmán Ojeda (87/88), José Manuel López Navarro (88/89 y 90/91) y nuevamente Enrique Vallejo (91/92); también destacar la creación del Clan Ruta en la ronda 86/87 y, por supuesto, los campamentos de verano: Minas del Conjuro'86, Diezma'87, Mecina Bombarón'88, Jeres del Marquesado'89 y Alhama de Granada'90. Por lo demás hubieron momentos y rondas mejores y peores, épocas de calma y también de crisis, gente que entró y otra que salió... en definitiva, el grupo continuó su actividad y su historia siguió escribiéndose.

      Mientras que en Andalucía occidental, el MSC estaba más que bien asentado en diócesis como Sevilla y Jerez, nosotros constituíamos su única representación en Granada. Debido a ello, nuestra incorporación al Movimiento Scout Católico fue muy bien recibida por la asociación pues tras un paréntesis de varios años de ausencia, nuevamente volvían a estar presentes en Granada. Prueba de ello fue la visita de Rafael Méndez, Presidente Nacional de MSC, y Carlos Ros, Consiliario General de MSC, que recibimos en la ronda 84/85, en la que nos animaron a continuar el difícil proyecto de recuperar el MSC en Granada en el que casi sin querer nos vimos inmersos.

      Tras los primeros contactos con MSC, en un principio el grupo pasó a depender de la Asociación Diocesana de Escultismo de Sevilla, pero con la idea de crear a corto plazo una asociación diocesana propia en Granada. Este objetivo no tardó mucho en abordarse y en la ronda 84/85 se empezaron a sentar las bases de lo que iba a ser el Movimiento Scout Católico de la Diócesis de Granada (MSCDG), formado por nuestro grupo y por el grupo scout "Alfaguara" de la cercana localidad de Alfacar, que también decidió adscribirse a MSC, si bien el "equipo directivo" de la incipiente asociación que estábamos constituyendo estaba formado exclusivamente por scouters de nuestro grupo y su primer presidente, Francisco Matilla, era también padre de dos de nuestros scouts.

      En ese momento la asociación tenía planteados como objetivos fundamentales: la expansión en la provincia con la creación de nuevos grupos y la adquisición de la solidez e identidad propias necesaria para desvincularse de nuestro grupo y funcionar autónomamente, ofreciendo a los grupos los servicios y ventajas que esperaban por estar adscritos a una asociación. En el primero de estos objetivos se consiguió un significativo éxito ya que un año después se había conseguido fundar dos nuevos grupos, el "Aldebarán" en el pueblo de Churriana de la Vega y el "San Isidro", en la parroquia del mismo nombre cercana a nuestro local. Este proceso de expansión culminó con la celebración de diversas actividades en las que participaron los cuatro grupos como los "San Jorges" muy especialmente el campamento de verano de 1986 de las Minas del Conjuro, en Las Alpujarras.

      Sin embargo, para nuestro grupo, por lo que respecta al segundo objetivo, el éxito conseguido fue tan solo relativo porque a pesar de que la asociación se constituyó y tuvo su presentación oficial en el ámbito de Andalucía en la Asamblea Interdiocesana Andaluza de 1986 celebrada en Antequera y a nivel nacional en el "Ágora Scout" de Valencia ese mismo año, la vinculación y dependencia del MSCDG con nuestro grupo seguía siendo excesiva ya que desde el principio todo el peso de la gestión y mantenimiento de la asociación venía recayendo sobre nosotros, de tal modo que los ya de por sí escasos recursos humanos de nuestro Kraal, la mayoría con más ilusión y coraje que formación y experiencia, no solo tenían que desarrollar sus funciones como scouters en el grupo sino que también tenían simultanear este ya de por sí difícil compromiso con el de sacar adelante toda una asociación.

      Tal situación llegó a hacerse insostenible para el grupo cuando en la ronda 86/87 se llegó a la incoherencia de que mientras estábamos contribuyendo al sostenimiento de los nuevos grupos aportando medios humanos procedentes de nuestro joven Clan Ruta y del Kraal, dentro del grupo atravesábamos una grave crisis motivada por la falta de niños y de scouters. Ante esta problemática, al grupo no le quedó más opción que plantear al MSCDG la absorción del vecino grupo "San Isidro", lo cual finalmente se produjo. Si bien para MSCDG este hecho supuso un considerable paso atrás en sus propósitos de expansión, a nosotros nos permitió recuperar unos muy necesitados medios humanos y también niños, lo cual, a la larga, contribuyó decisivamente a la estabilidad del grupo para rondas venideras.

      Pero además de la dependencia que MSCDG tenía de nuestro grupo había más cosas que fallaban en la asociación. Tras una conflictiva moción de censura promovida por nuestro grupo en 1986, en un intento de aportar seriedad y organización en la gestión de la asociación, Manuel Contreras del Pino, padre de miembros del todavía existente grupo "San Isidro", pasó a ocupar la presidencia de MSCDG. Sin embargo, este relevo, a pesar de que en ciertas áreas como formación, de la que era responsable el que hasta hacía poco había sido coordinador de nuestro grupo, Joaquín Morales Ferrer, si se consiguió un importante avance, el objetivo de que la asociación funcionara eficazmente con independencia de los grupos nunca llegó a alcanzarse, como tampoco se consiguió que su gestión fuera lo suficientemente seria y transparente. Muy al contrario, a nuestro juicio, durante los años que siguieron la gestión del MSCDG no solo no maduró sino que más bien evolucionó poco a poco a peor.

      Tristemente y pesar de los muchos esfuerzos invertidos por parte de nuestro grupo, la aventura de crear una asociación que representara a MSC en Granada no estaba saliendo como se esperaba en un principio.

      En la ronda 90/91 la relación con MSCDG llegó a tensarse demasiado. Hastiado ya de la menos que mediocre gestión que se hacía en la asociación y de los abusos que sufría por parte de la misma, fundamentalmente consistentes en la disposición indiscriminada sin consentimiento del grupo de scouters y rovers para atender las necesidades de otros grupos, de actividades concretas o de tareas asociativas, la paciencia del grupo llegó a su límite cuando la presidencia de MSCDG presentó un proyecto de financiación que pretendía hacer recaer sobre los grupos una carga que estimábamos injustificada y abusiva y que bajo ningún concepto estábamos dispuestos a asumir.

      Ante esta situación, y dada la negativa por parte de la presidencia a negociar el proyecto, el Kraal se replanteó seriamente la conveniencia de seguir perteneciendo a MSCDG mientras el actual presidente se mantuviera en su puesto, condición que entendíamos constituía la única salida para tratar de solucionar la problemática que afectaba a la asociación, lo cual, al fin y al cabo, era lo que en realidad todos deseábamos.

      Puesto que el presidente no solo no dimite sino que además recibe el respaldo de MSC, el grupo, consecuente con sus planteamientos y a pesar de los intentos de MSC para que reconsiderara su postura, finalmente decide abandonar MSCDG, lo cual sucede a mediados de 1991, tras varios meses de enfrentamiento con la asociación y de intensos kraales en los que tratamos en vano de encontrar un desenlace menos traumático.

      Una de las primeras consecuencias de tan drástica decisión fue la dimisión de varios scouters que, aunque no estuvieran plenamente de acuerdo con la gestión que se realizaba desde la presidencia de MSCDG, tampoco lo estaban con que el grupo abandonara por voluntad propia la asociación, lo cual, como suele suceder, acarreó la baja de numerosos educandos.

      Por añadidura, otro gran problema derivado de la decisión adoptada fue la situación legal en la que quedó el grupo, que se solucionó mediante la creación de una asociación independiente de la que el grupo era el único miembro. De esta manera se fundó la que se denominó Asociación Scout "Impeesa", la cual se registró oficialmente.

      Pero, como era inevitable, la situación de aislamiento en la que se vio sumido el grupo no tardó en pasar factura. Aunque con más pena que gloria, desde que el grupo se creara en 1983 siempre habíamos contado con una asociación y con la compañía de otros grupos, y ahora, de repente, nos encontrábamos solos. Esa sensación de soledad cundió rápidamente y tuvo una repercusión negativa en el ánimo de todos, y a consecuencia de ello se descuidaron peligrosamente las programaciones así como la mismísima gestión del grupo y aquel verano, por primera vez en su historia, no hubo campamento de grupo, aunque al menos las secciones sí que realizaron actividades alternativas.

      Cuando comenzó la siguiente ronda 91/92 parecía que el grupo había tocado fondo, pero no fue así... la cosa tenía que ponerse aun peor. Durante el primer trimestre de aquella ronda el censo sufrió una caída espectacular, principalmente a consecuencia de la desorganización y de la apatía que se vivía en el seno del Kraal, y a la negativa repercusión que tuvo el traslado del grupo a unos locales que nos ofrecieron en la parroquia del Padre Manjón, decisión que se adoptó al considerarse que podía ser una buena oportunidad de captación de niños y de darle al grupo carácter de "grupo de barrio"... como se suele decir, "el tiro nos salió por la culata".

      El auténtico fondo se tocaría en el Campamento de Navidad de 1991 celebrado en Los Gualchos (Granada), en el que la asistencia fue tan baja que, a pesar de ser una actividad de grupo, había casi más scouters que niños y a la hora de comer todos cabíamos en una misma mesa. Había que reaccionar urgentemente y la vista de aquel panorama constituyó el jarro de agua fría que necesitábamos para despertar antes de que aquel barco lleno de agujeros naufragara sin remedio... aún estábamos a tiempo y a pesar del desolador panorama todavía conservábamos suficiente coraje, ilusión y ganas para reaccionar.

      A estas alturas de la historia del grupo había dos cosas que estaban muy claras: la primera que la independencia no nos estaba sentando nada bien y la segunda, que o se daba un giro de 180 grados o nos quedábamos sin niños en un par de meses. Así mismo, también estaba claro que la única solución a nuestros problemas pasaba por ingresar en alguna asociación scout con presencia en nuestra ciudad y que nos diera garantías de seriedad, fuerza y estabilidad y, evidentemente, la opción era Scouts de España.

      Con este convencimiento, en torno al mes de febrero de 1992 el Kraal tomó la feliz decisión de que se iba a solicitar el ingreso del grupo en Scouts de España, si bien era consciente de que antes había que afrontar el tremendo reto de sacar al grupo del pozo en el que se encontraba metido.

      Persiguiendo este objetivo, el grupo se sometió a un proceso de saneamiento general que empezó por volver a nuestros locales de siempre en la calle García Villatoro, los cuales, afortunadamente, habíamos conservado en alquiler durante la corta estancia en la parroquia del Padre Manjón. Los esfuerzos, ilusión y ganas que pusimos en la tarea pronto comenzaron a dar frutos y al poco tiempo el censo empezó a recuperarse en todas las secciones incluido el Kraal, la calidad de las actividades mejoró sensiblemente, la maquinaria administrativa volvió a rodar y el fantasma de la apatía y del desánimo desapareció de la vida del grupo.

      En el segundo trimestre de 1992, consideramos que por fin reuníamos las condiciones mínimas necesarias para solicitar formalmente nuestro ingreso en Scouts de España, y nos entrevistamos con el por entonces delegado de la Zona V, Juan Clavero Doncel, con el representante de los grupos, José Luis Conde, y con la secretaria de Delegación, Encarnita Pipó Jaldo, quienes recibieron nuestra propuesta con mucho interés, mostrándonos desde el primer momento todo su apoyo para culminar con éxito nuestra incorporación a la nueva asociación. Provisionalmente quedamos en situación de grupo en formación y se nos asignó el número 906.

      A partir de este momento todo fue bastante bien y el buen hacer a todos los niveles, siguiendo la línea de mejora que nos habíamos trazado para solicitar nuestra entrada en ASDE, se tradujo en la alegría y satisfacción que a todos, educandos y scouters, nos producía sentir que éramos un grupo fuerte, unido y que funcionaba bien.

      Y así llegamos al final de tan crucial ronda 91/92, que culminó con el extraordinario campamento de Jeres del Marquesado'92, uno de los mejores campamentos que se recuerdan en la historia del grupo y que supuso brillante broche de oro para cerrar una ronda que cuando comenzó, con un futuro más bien incierto y desmoralizador, para nada hacía presagiar que el grupo iba a experimentar la espectacular recuperación a todos los niveles que finalmente se consiguió.

      La situación como grupo en formación se prolongaría hasta Abril de 1995, cuando recibimos nuestro definitivo número 555 de manos del presidente de Scouts de Andalucía, José Manuel Sixto Nogueira, en el San Jorge de ASDE-Scouts de Andalucía celebrado en el Santuario de la Virgen de la Cabeza, en la Sierra de Andújar (Jaén).

      Se abría un nuevo período marcado por nuestra adhesión a ASDE-Scouts de Andalucía, y en el mismo campamento de Jeres'92 se produjo un nuevo relevo en la coordinación de grupo, dejándola Enrique Vallejo y asumiéndola Miguel Ángel Guzmán, que permanecería en el cargo hasta finales de la ronda 94/95.

      La adhesión a ASDE permitió al grupo satisfacer necesidades tan importantes como la formación de los scouters, la revisión y actualización de la metodología, la posibilidad de realizar actividades conjuntas con otros grupos y de relacionarnos con otros scouts, etc... etc... Esto, unido a la mucha ilusión que teníamos todos, la misma que nos permitió superar los malos momentos del pasado, y al alto grado de compañerismo, amistad personal y convivencia que se vivía en el seno del Kraal, fueron los factores que hicieron posible vivir una muy buena época en el grupo.

      En la ronda 92/93 el grupo cumplió sus 10 primeros años de vida, efeméride que celebramos debidamente con una acampada-convivencia en el Cortijo de Florencia, a la cual acudieron muchos antiguos miembros y padres de educandos. Hay que destacar también de esta ronda que el grupo realizó su primer campamento fuera de la provincia de Granada, yéndonos a Huerta Vieja, en el Parque Natural de la Sierra de Cazorla, Jaén.

      A principios de la ronda 93/94 recibimos la triste noticia de que teníamos que dejar nuestros queridos locales de la calle García Villatoro porque los dueños habían decido transformarlo en vivienda. Esta noticia, al principio supuso un nuevo jarro de agua fría y nos planteaba un problema que, dada la precaria situación económica (dentro de lo habitual para un grupo scout como el nuestro) y la falta de alternativas de locales en el barrio, parecía insalvable.

      Fruto de las gestiones del Comité de Grupo, Cervezas "Alhambra" nos cedió gratuita e indefinidamente dos estupendas casas en la calle Pizarro Cenjor nº 5 y 7, a escasos 200 metros de nuestro anterior local, a las que a fuerza de pasar por delante ya les teníamos echado el ojo. Con este trato, nosotros obteníamos un local inigualable donde reunirnos y la fábrica se libraba de los okupas y toxicómanos que frecuentaban aquellos inmuebles en estado de abandono.

      Eran unas casas con magníficas posibilidades como local scout (habitaciones de sobra para todas las secciones incluidos locales de patrulla, local de kraal, servicios, patio, etc...), pero llevaban abandonadas y en deplorable estado de conservación y limpieza mucho tiempo, lo cual supuso un durísimo trabajo para acondicionarlas mínimamente. Hubo que hacer de todo: sacar camiones y camiones (¡¡gracias Pepe Robles!!) de escombro y porquerías (ropas viejas, jeringuillas, colchones, etc...), una nueva instalación eléctrica, nueva instalación de fontanería, poner ventanas y puertas, pintar, etc... etc... y para todo ello, además del trabajo que pusieron scouters y educandos, hizo falta pedir a los padres que hicieran un esfuerzo económico, aprobándose en asamblea que todas las familias pagaran una cuota extraordinaria que a partir de entonces quedó establecida como cuota de ingreso. Las arduas labores de acondicionamiento de los locales se prolongaron durante prácticamente toda la primera mitad del año 1994, pero tanto esfuerzo valió la pena y en Abril de 1994 se celebró la ceremonia de inauguración de nuestros flamantes locales... unos locales amplios y preciosos, todo un lujo para un grupo scout.

      Aquella ronda 93/94 el campamento de verano se celebró en Bérchules (Las Alpujarras).

      En la ronda siguiente, la 94/95, el firme compromiso por parte de la mayoría de los scouters en su formación como educadores se ve reflejado en la vida y funcionamiento del grupo mediante la tremenda evolución que se experimentó en materia de programación, tanto en el aspecto educativo como en el de gestión y organización de grupo, adaptándonos a las nuevas tendencias en la materia educativa y adoptando el uso de las bases canalizadoras del grupo scout: PAG's, PEC, PEG, PAS's, etc... A consecuencia de ello se produce una primera revisión de los sistemas de progresión en todas las secciones y se comienza a diseñar seriamente la programación educativa en base a áreas, objetivos y contenidos, tomando conciencia de que las actividades no pueden estar descontextualizadas sino que han de responder a esa programación. Además, gracias a este esfuerzo en formación, se consiguen los primeros títulos oficiales de Monitor de Tiempo Libre, que ya se empezaban a exigir por la administración para poder realizar los campamentos de verano.

      Además de estos importantes cambios en el sistema educativo, en esta ronda también se adoptó nuevo logo de grupo, el mismo que tenemos actualmente, el cual fue diseñado por nuestra Bagheera, Ester Palomo.

      Aquella ronda 94/95 nos fuimos de campamento a Villanueva de la Vera, Cáceres, en la comarca de La Vera, concretamente a un sitio denominado La Vega de la Barca, junto al río Tiétar y al lado de la Sierra de Gredos. Fue un campamento inolvidable y la primera vez que el grupo al completo salió de Andalucía.

      En la ronda 95/96 Julio Quijada Romero pasa a ser coordinador, continuando la buena trayectoria que se estaba manteniendo a todos los niveles, incluido el de la formación de scouters y el perfeccionamiento en materia de programación, familiarizándonos cada vez más con el sistema. El campamento de verano se celebra en Alcaucín (Málaga).

      En la ronda 96/97 varios scouters con titulación de monitor abandonan el grupo, y por primera vez nos vimos obligados a realizar el campamento en un camping, debido a por un lado la carencia de titulaciones y por otro al endurecimiento de las medidas adoptadas por la administración para la prevención de incendios forestales, lo cual dejó muy pocas alternativas para la búsqueda de sitios de campamento más adecuados. El campamento de esta ronda se celebró en Castril de la Peña (Granada).

      En la ronda 97/98 Julio Quijada cede la coordinación a José Antonio García Benítez y el campamento tiene lugar en Sigüenza (Guadalajara).

      Durante esta ronda y la siguiente, 98/99, todo transcurre con normalidad, celebrándose el campamento de nuevo en el camping de Castril de la Peña, por razones análogas a las que obligaron a ello en la ronda 96/97.

      Pero a partir de la ronda 99/00 el grupo empieza a experimentar un lento pero progresivo declive motivado por un cúmulo de factores negativos interrelacionados entre sí y cuya consecuencia más evidente fue la disminución paulatina del censo y del número de scouters. Entre estos factores podríamos destacar la poca disponibilidad de tiempo libre por parte de los scouters existentes debido a motivos laborales, las dificultades de los scouters para comprometerse con su formación a consecuencia precisamente de esa carencia de tiempo libre, el salto generacional que se produjo en los equipos de sección debido a la baja de scouters con experiencia teniendo que hacerse cargo de las secciones rovers que en muchos casos no habían podido terminar la etapa en Clan, etc... etc... Todo ello tuvo como consecuencia la bajísima asistencia registrada en el campamento de la ronda 99/00, celebrado en el camping del pantano del Chorro (Ardales, Málaga) y, a la postre, que en la ronda 00/01 no se pudiera celebrar campamento.

      A lo largo de la ronda 01/02 todas estas contrariedades se fueron poco a poco agravando y los problemas de censo y del bajo número de scouters se fueron otros como el funcionamiento de los cargos, la falta de recursos económicos y materiales, etc... Para colmo de males, surgieron tensiones dentro del Kraal y con algunos padres y el ambiente se enrareció bastante. Así las cosas, en Mayo de 2002, el Kraal, hastiado y viéndose impotente para reaccionar ante la evidente y triste realidad e incapaz de ofrecer a los educandos un escultismo de suficiente calidad ya que resultaba prácticamente imposible realizar actividades con tan pocos niños, consideró que se había tocado fondo y se vio obligado a adoptar la dolorosa decisión de suspender la actividad del grupo indefinidamente.

      Parecía que no iba a haber otra solución que cerrar el grupo definitivamente. Cuando Benítez comunicó la decisión de cerrar a Pablo Peregrín González, por entonces delegado de Scouts de Andalucía en Granada, se le ofreció ayuda para evitar el cierre del grupo, incluso el traslado de dos scouters especializados en Unidad Esculta desde otro grupo, que no fueron aceptados. Días después del San Jorge'02 el Kraal restante gestionó la entrada en otros grupos de los niños que querían seguir en los scouts. Luego todo el mundo desapareció.

      Hubo una persona que se negó al cierre del grupo y se entregó en cuerpo y alma para que el cierre no se hiciera efectivo. Miguel Angel Guzmán se sentó con Benítez y Aroko en julio de 2002 y entre los tres prepararon un plan de recuperación que pretendía empezar en el primer trimestre de la ronda 02/03 con las secciones de Manada y Tropa contado con al menos dos scouters en cada sección. Todo el plan se basaba en apoyarse en la colaboración de la delegación de Scouts de Andalucía y en la de los antiguos miembros del grupo.

      A principios de septiembre de 2002 se enviaron más de 110 cartas a todos los antiguos miembros cuyas direcciones se pudieron localizar, explicándoles el problema y convocándolos a una reunión a celebrar el 13 de octubre de 2002.

      Aunque no asistieron todos los que se pensó en un principio, quizás una cuarta parte de los convocados, tras explicar pormenorizadamente la situación y plantearles qué necesitábamos de ellos, conseguimos reenganchar a tres: Alfonso Soriano Vallejo, Eloísa León Guerrero y uno de los fundadores: Rafael Juárez Jiménez. También hubo otros tantos más que se comprometieron a prestarnos su ayuda para la campaña de captación.

      Tocaba ahora ponerse manos a la obra con la campaña de captación, para lo cual inicialmente apenas si contábamos con cuatro folletos y tres posters anticuados. Se hizo una planificación seria de la campaña, estableciendo fases y responsabilidades, y paralelamente se fue confeccionando un material de captación atrayente y personalizado para nuestro grupo, tarea para la cual contamos con la inestimable colaboración de Ester Palomo, quien desde Madrid aportó su granito de arena haciéndonos todos los dibujos para los audiovisuales que habíamos diseñado. Por otro lado, la captación de scouters fue asumida por Alfonso Soriano quien se encargó de buscar más scouters, para lo cual se diseñó su propia campaña en la facultad de Magisterio fruto de la cual se incorporaron varios scouters, a pesar de no encontrar en el grupo lo que se "prometía" en la campaña.

      El día 9 de Noviembre se celebra el primer Kraal de este nuevo periodo, y en él se forman los equipos de sección (solo Manada y Tropa) y se nombra coordinador de grupo a Rafael Juárez Jiménez. En ese momento, Aroko y Benítez se marchan, entendiendo que su labor había concluido y que habían dejado el grupo en buenas manos y con perspectivas consistentes y fiables de que iba a tener continuidad. Miguel Angel Guzmán quedó en principio como adjunto al coordinador de grupo.

      A mediados de Noviembre comenzó la fase final de la campaña de captación consistente en ir a los colegios y ponerles a los niños los audiovisuales, aclararles dudas, animarlos a que se vinieran al grupo, repartir folletos, etc... habiéndose realizado previamente también una ardua tarea para concertar estas citas con los colegios y preparar el material. Fue una campaña ambiciosa en la que se visitaron varios colegios de la zona de influencia del grupo (Inmaculada del Triunfo, Juan XXIII, Santa Cristina, Parque Nueva Granada, etc...), y que requirió un grandísimo esfuerzo por parte sobre todo de Alfonso, Elo y Josué González Ruiz, que en su calidad de antiguo miembro cumplió fielmente su compromiso de ayudarnos en la campaña.

      Así las cosas, nos encontramos con unos scouters captados de entre antiguos miembros del grupo, desconectados durante años del Escultismo y con el único empuje de Miguel Angel que vivía en Jerez de la Frontera. Por suerte recibieron además el apoyo incondicional de la nueva delegada, Mercedes Falcón García-Fresca y también por suerte, al primer sábado después de la primera visita a los colegios los niños empezaron a llegar, aunque no vinieron precisamente en oleadas como ilusamente esperábamos, sino muy poquito a poco: primero tres, luego otros tres más, uno que no sigue, al sábado siguiente dos que se traen a sus primos, etc... como quiera que fuera volvíamos a tener niños y sus risas invadieron de nuevo unos locales que habían estado un poco tristones de unos meses atrás hasta entonces.

      Ya teníamos suficientes scouters y niños, el objetivo se había conseguido y sólo hacía falta hacerlo bien para conseguir que el grupo fuera creciendo. La ilusión y las ganas necesarias para conseguir que así fuera ya las teníamos, ahora solo faltaba refrescar un poco la formación de los scouters. Con este propósito el Kraal se encerró durante un fin de semana completo en una cabañita del camping del Cortijo Valderas (Güejar Sierra), para realizar un mini curso intensivo-maratoniano de escultismo, metodología scout y programación educativa, para el cual recibimos la colaboración de Julio Quijada y Ricardo Morales (Richard), antiguos scouters del grupo.

      En febrero de 2003 celebramos la acampada inaugural de la ronda 02/03, en El Sotillo (Iznalloz, Granada), y en esta actividad, además de que algunos de los nuevos scouters realizaron su promesa, se reabrió la Unidad Esculta casi sobre la marcha, con un par de miembros a los que poco después se unirían algunos de nuestros antiguos que tras una corta estancia en los grupos Mafeking y Genil regresaron al grupo.

      En junio celebramos también el XX Aniversario del grupo con un programa de actos al que se invitó a los Antiguos Miembros, hicimos una acampada en el Cortijo de Florencia y se realizó también una exposición retrospectiva de fotos en el local y jornada de puertas abiertas.

      Terminamos esta ronda 02/03 de campamento en el Patronato "Rodríguez Penalva", en Huéscar (Granada), con un censo cercano a las 50 personas entre educandos y scouters, con un grupo en pleno funcionamiento y con muchas ganas de trabajar para seguir creciendo... ¡¡Felicidades Miguel Angel y Rafa!! y gracias a los que con su trabajo e ilusión consiguieron que el grupo no desapareciera.

      En la ronda 03/04 el grupo continuó la línea ascendente iniciada tras la reorganización y recuperó la normalidad en el sentido de que había desaparecido la problemática de tener que sacarlo adelante prácticamente desde cero en casi todos los aspectos, lo cual nos permitió centrarnos en lo que es el funcionamiento cotidiano de un grupo scout. Tanto en el funcionamiento general de grupo como en la calidad de los programas educativos y en las actividades comenzaba a notarse la experiencia que el joven Kraal que se formó tras la debacle había adquirido a lo largo de la ronda anterior y además se realizó un gran esfuerzo en materia de formación matriculándose prácticamente todos los scouters en los cursos de Etapa Básica IM y del título de Monitor de Tiempo Libre. Además hubo nuevas incorporaciones de scouters entre las que hay que destacar a Mercedes Falcón e Isaac Benhaggay Trujillo, ambos de amplia y reconocida experiencia.

      Durante las primeras semanas de esta ronda 03/04, inauguramos nuestra Colonia "El Charquito". Tener castores en el grupo nos llena de alegría y orgullo y por otro lado, llena nuestras actividades de alborozo, risas y canciones que se contagian a todos los demás.

      El campamento de la ronda 03/04 se realizó en El Robledal (Parque Natural de las Sierras de Tejeda y Almijara) en Alhama de Granada.

      A principios de la ronda 04/05 se produjo un nuevo relevo en la coordinación, de la cual se hizo cargo Mercedes Falcón García-Fresca.

      Esta ronda se inició con la triste noticia de que teníamos que abandonar los alucinantes locales que veníamos ocupando en la calle Pizarro Cenjor nº 5 y 7 cedidos por Cervezas "Alhambra", lo cual supuso un duro golpe para el grupo puesto que ahora que por fin estábamos levantado cabeza, pronto nos íbamos a ver otra vez sin locales y, para no variar, sin apenas recursos económicos para afrontar los precios actuales de los alquileres y eso si es que se encontraba algo que se ajustara a nuestras necesidades, lo cual no prometía ser nada fácil.

      En la mente de todos ha quedado imborrable el profundo agradecimiento a la fábrica de cervezas Alhambra, por los diez años que nos a acogido en sus casas. Las negociaciones con la fábrica no obtuvieron fruto; las razones que argumentaron para disponer de las casas no nos cuadraban, pero estaban en su derecho. Nos teníamos que marchar antes de 6 meses. A esta postura inflexible de la fábrica se sumó la injustificada prisa de Miguel Angel Guzmán por resolver el contrato de cesión de los locales, que por haber sido el coordinador del grupo en la fecha en que se formalizó la cesión, en el contrato figuraba su nombre.

      Con toda urgencia, se formaron varias comisiones encargadas cada una de estudiar las posibles alternativas que se nos planteaban: alquileres, compra, cesiones, etc... Fruto de esta labor finalmente se estimó como mejor opción la compra de un local que se encontró, a un precio irrisorio, espacioso y bastante adecuado una vez acondicionado, en la calle Pasaje Francisca Alba nº 7 en el barrio de Casería de Montijo, para cuya adquisición la asociación nos prestó casi 11000 euros, quedando el grupo comprometido a devolvérselo a lo largo de las diez rondas siguientes. ¡¡Muchas gracias por vuestro apoyo!!

     No había otra alternativa por la que discutir pero, como ocurre en todas las organizaciones democráticas, hubo scouters y educandos que asumieron esta decisión pero no la compartieron, lo que significó la baja de algunos miembros del grupo. Los que hemos quedado seguimos pensando que se hizo lo correcto. Así pues, haciendo gala de la formalidad que nos caracteriza, nos mudamos el 30 de abril de 2005.

      Comienzan desde este momento unos años en los que el grupo da una preponderancia especial a los extrajobs que permitan conseguir el dinero que debemos a la asociación. Como ejemplo, valga la barra que montamos junto al grupo Albaycin en Plaza Larga durante los días de la fiesta de la Cruz de Mayo 2005. Agotador, pero lucrativo.

      Sabemos que la decisión adoptada con la compra del nuevo local supone que ya nunca más tendremos que vivir situaciones difíciles debidas a no tener algo tan básico como es el local, pudiendo estar tranquilos y sin incertidumbres en este asunto para siempre.

       La ronda 04/05 culminó con el campamento de verano nuevamente en el Robledal, que satisfizo completamente nuestras expectativas al igual que la ronda anterior.

      Al comienzo de la siguiente ronda 05/06, debido a que el local estaba sin acondicionar y no ofrecía una imagen adecuada a los nuevos miembros, no se hizo campaña de captación, lo que influyó negativamente en el censo, no así en las actividades que, al no tener buenas condiciones para reunirnos en el local, multiplicó las salidas al campo y por ende, la alegría y satisfacción de todos. Es obligado decir, que aún en esas condiciones hubo varias altas de miembros que se habían informado por internet o por conversaciones con otros scouts. Esta ronda se caracterizó por el buen ambiente entre los integrantes del Grupo, por la cantidad de trabajo realizado, por el asentamiento positivo en el barrio y por una pléyade de argumentos positivos que tuvieron su apogeo en el campamento de verano realizado en Huéscar y del que todos guardamos sólo buenos recuerdos.